La Casa Chacinera de Candelario
La Casa Chacinera de Candelario
La casa chacinera es una forma muy particular de arquitectura tradicional que encontramos en la localidad de Candelario.
Se trata de una edificación que combina dos usos principales bajo el mismo techo: vivienda y fábrica de embutidos. La matanza se realizaba en la calle y en el picadero se procedía al picado de la carne, el adobo y el embutido en tripa para hacer los chorizos.
En todas estas labores participaban numerosos mozos y mozas, nos sólo en Candelario, sino que también venían de otros pueblos de la comarca, como La Garganta y El Tremedal, de tal forma que durante la época de la matanza las casas chacineras se convertirán en un bullicioso hervidero de gente.
NFORMACIÓN SOBRE LA TRADICIONAL CASA CHACINERA DE CANDELARIO.
:: las primeras plantas de la casa, se destina a vivienda, tanto de los mozos y mozas que colaboraban en las tareas de la matanza. A pesar de las diferencias entre los espacios destinados a los mozos y los reservados para los señores, todos los habitantes de la casa compartían la misma comida en la cocina, lugar que se convierte así en un referente sociocultural del discurrir cotidiano en Candelario.
:: Desde la cocina, se produce una comunicación directa con el desván: a través del zarzo el humo de la lumbre asciendo y se distribuye por el amplio espacio que conforma la última planta de la casa. Destinado a la curación del embutido, el desván cuente con numerosas ventanas distribuidas de forma que facilitan la ventilación y secado de la producción chacinera.
:: El museo de la casa chacinera descubre los secretos mas importantes que hicieron del chorizo del Candelario el más codiciado del país, hasta el punto de llegar a convertirse en el s. XVIII en producto muy apreciado en Madrid, principalmente en la Casa Real.
:: La Oficina de Turismo dispone de un Servicio de receptivo de apoyo a los organizadores de grupos que visitan Candelario: Agencias de Viajes, Colegios o Universidades, Asociaciones, etc.
:: La vista al Museo supone realizar un viaje en el tiempo hasta 1920: al recorrer sus estancias nos sorprenderán sus particulares habitantes mostrándonos en primera persona las vicisitudes más destacadas que tenían lugar en Candelario entorno a la matanza. Y desde ese pasado industrioso rastrearemos sus huellas en el tiempo presente transitando por las calles de Candelario y paseando por la Sierra y la Comarca, a fin de descubrir en su conjunto el legado natural y cultural conservado.